SOSTENIENDO
VIDAS
III PARTE
Pastor Iván
Tapia
Lectura Bíblica: 2 Timoteo 3:16,17
Propósitos de la Charla : a) Aprender y aplicar los consejos que nos
entrega la Palabra
de Dios para discipular a nuestros hermanos.
“Toda la Escritura es inspirada
por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, / a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado
para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16,17)
U
|
na de las primeras enseñanzas que el
tutor debe brindar al discípulo es instruirlo sobre los cuatro aspectos que
abarca el Discipulado, a saber: orientación personal, sanidad interior, vida
devocional y enseñanza. El discípulo necesita comprender que éstas se dan
interrelacionadas y que todo lo que se hace durante el tiempo que están juntos
es discipulado. Es conveniente corregir ese concepto de que discipulado es sólo
estudiar la Biblia ,
diferenciándolo de “estudio bíblico”. El Discipulado es un proceso de formación y desarrollo integral para alcanzar el
propósito de ser como Jesús, lo cual se expresa en dar frutos, es decir:
desarrollar virtudes cristianas, hacer buenas obras y tener hijos espirituales.
El discípulo deberá entender que este proceso tiene distintas etapas, siendo la más básica la de un aprendiz, luego la del cristiano fiel para llegar a ser alguna vez un responsable o padre de un grupo (cenáculo,
célula, mesón, etc.). En un estadio posterior se encuentra el obrero y finalmente el ministro o anciano.
Dado que en la relación con su
discípulo el tutor tomará conocimiento de muchas situaciones de carácter
personal y privado, éste deberá guardar absoluta reserva de esas confesiones. El
discípulo debe tener la absoluta confianza de que aquellas no saldrán de la
boca de su tutor. De esto debe dar pruebas el tutor. Es parte de nuestra
formación como tutores esa capacidad de guardar secretos. Lo que se comenta en
la sesión de discipulado, por muy tremendo que nos parezca, no debe ser
ventilado jamás con otra persona, es algo entre el discípulo, Jesús y el tutor.
No estamos autorizados para transmitirlo a nuestros cónyuges, ni a los mejores
amigos, ni al pastor; es algo que quedará guardado en nosotros como secreto de
confesión. Si no fuere así, no podría haber confianza de hermano a hermano.
Subrayo: esto es algo que debemos valorar y aprender como parte de nuestro
propio crecimiento como discípulos. “Valorar el secreto del amigo....” (Proverbios 11:13). Para ello lleve una
ficha o expediente confidencial del discípulo.
A continuación veremos una serie de 17 aspectos
prácticos de esta dinámica que es el “discipulado”, redactados en forma de
sugerencias en lo que podría ser un breve manual para hacer discípulos. Lo
haremos siguiendo un texto de San Pablo en su primera carta a su discípulo
Timoteo (1
Timoteo 1:1 - 2:15)
1. TRÁTELO
COMO A HIJO O HIJA. Haga un discipulado personalizado. Cada discípulo tiene un discipulado
distinto, de acuerdo a su personalidad y a sus necesidades. “Pablo,
apóstol de Jesucristo por mandato de Dios nuestro Salvador, y del Señor Jesucristo
nuestra esperanza, / a Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia,
misericordia y paz, de Dios nuestro Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor.” (1
Timoteo 1:1,2)
2. EN SU PRIMERA ENTREVISTA con el
discípulo fije un día y hora de encuentro semanal o mensual. Adviértale que el
tiempo de él o ella es tan valioso como el suyo, por lo que deben respetarse en
este sentido y no dejarse esperando. En caso de alguna dificultad para asistir
al lugar debe comunicarlo con anticipación. Solicite puntualidad, una norma básica
de orden y consideración por el otro. También establezca en común acuerdo con
el discípulo el lugar de encuentro. Manifiéstele que es el discípulo quien
busca al tutor y no al revés, como un modo de demostrar nuestra necesidad de
Cristo, el Maestro por excelencia.
3. ESTABLEZCA UNA RELACIÓN DE CONFIANZA.
Las primeras sesiones de discipulado están destinadas a establecer una relación
de confianza y cariño con el discípulo. De esas horas de conversación amigable,
en que lo que más hace usted es escucharlo, depende el futuro desarrollo de una
relación discípulo-tutor. Esto genera una unión muy fuerte, una hermandad que
sirve de base a la conversación más íntima.
4. ENSÉÑELE
LO FUNDAMENTAL, evitando lo superficial que sólo conduce a disputas. Asígnele tareas. “Como
te rogué que te quedases en Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a
algunos que no enseñen diferente doctrina, / ni presten atención a fábulas y
genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de
Dios que es por fe, así te encargo ahora.” (1 Timoteo 1:3,4) Siga la
inspiración del Espíritu Santo. El propósito del tutor es formar la vida del discípulo bajo la guía del
Espíritu Santo.
5. CULTIVE
EL AMOR DE JESUCRISTO. “Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido
de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida, / de las cuales
cosas desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería, / queriendo ser
doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman.” (1 Timoteo 1:5-7) No de por pérdida el tiempo entregado a
una vida
6.
CONSERVE EL BUEN
CARÁCTER. “Deja la ira, desecha el enojo” (Salmo
37:8
7. SEA PACIENTE.
Si no tenemos paciencia con las personas, si no sabemos ponernos en el lugar de ellos y esperar a que el
Espíritu Santo desarrolle la madurez en sus vidas, significa que no estamos
preparados para discipular a otros hermanos.
8. ESTÉ SIEMPRE DISPUESTO A ESCUCHAR. “Por
esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar,
tardo para airarse; / porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. /
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con
mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.” (Santiago
1:19-21) En otra versión, se traduce: “Mis queridos hermanos, pongan
atención a esto que les voy a decir: todos deben estar siempre dispuestos a
escuchar a los demás, pero no dispuestos a enojarse y hablar mucho.” (v.19)
9. HAGA
USO DE LA DISCIPLINA DE
LA LEY CUANDO
FUERE NECESARIO. Sea firme. Que el método lo maneje el tutor y no el
discípulo. Imponerse con firmeza, pero sin autoritarismo. “Pero
sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; / conociendo
esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y
desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos,
para los parricidas y matricidas, para los homicidas, / para los fornicarios,
para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y
para cuanto se oponga a la sana doctrina, / según el glorioso evangelio del
Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado.” (1 Timoteo 1:8-11) Pero
no
sea demasiado legalista.
10. SEA FLEXIBLE. La iglesia o ministerio siempre entrega
una guía de enseñanza para discípulos. Esa es la teoría o doctrina que se debe
transmitir. Mas la realidad del discípulo muchas veces dictará otra necesidad.
Debemos brindar ambos aspectos, tanto entregar la enseñanza que los pastores y
maestros de la comunidad encargan, como atender a las necesidades puntuales de
los discípulos
12. ENSEÑE
LA FIDELIDAD. Conduzca al discípulo hacia la madurez espiritual.
Recordemos
que el discípulo es barro. No lleve sus problemas al discípulo. “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo
Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio,” (1
Timoteo 1:12)
13. DE
TESTIMONIO DE JESUCRISTO AL DISCÍPULO. “…habiendo yo sido antes blasfemo,
perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por
ignorancia, en incredulidad. / Pero la gracia de nuestro Señor fue más
abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús. / Palabra fiel y digna de
ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los
pecadores, de los cuales yo soy el primero. / Pero por esto fui recibido a
misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia,
para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna.” (1
Timoteo 1:13-16)
14. ENSÉÑELE
A ADORAR A DIOS. “Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al
único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.”
(1 Timoteo 1:17)
15. FÓRMELO COMO SOLDADO DE JESUCRISTO. “Este
mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se
hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, /
manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto
a la fe algunos, / de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a
Satanás para que aprendan a no blasfemar.” (1 Timoteo 1:18-20)
16. ENSÉÑELE
A ORAR. “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones
y acciones de gracias, por todos los hombres; / por los reyes y por todos los
que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad
y honestidad. / Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro
Salvador, / el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad. / Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre
Dios y los hombres, Jesucristo hombre, / el cual se dio a sí mismo en rescate
por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo. / Para esto yo fui
constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro
de los gentiles en fe y verdad. / Quiero, pues, que los hombres oren en todo
lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.” (1 Timoteo 2:1-8
17. ENSÉÑELE
EL VALOR DE LO PRÁCTICO EN LA VIDA
CRISTIANA. “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa
decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni
vestidos costosos, / sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que
profesan piedad. / La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. / Porque no
permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en
silencio. / Porque Adán fue formado primero, después Eva; / y Adán no fue
engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión. / Pero
se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con
modestia.” (1 Timoteo 2:9-15)
PARA REFLEXIONAR:
1) Analice las distintas
cláusulas de este texto: “Toda la Escritura es inspirada
por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en
justicia, / a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado
para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16,17)
2) ¿Cómo aplicó y ha vivido usted como discípulo de
Jesucristo el texto anterior?
BIBLIOGRAFIA
1) “Sosteniendo Otras
Vidas”, Retiro domingo
27 de Mayo de 2007, Avenida Francia 739, Valparaíso
2) “La Santa Biblia ”, Casiodoro de Reina, revisión de 1960, Broadman & Holman
Publishers, USA.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario