Pastor Iván Tapia
Lectura bíblica: Apocalipsis 14:12
Propósitos de la lección: Comprender la importancia y poder
de la fe y aprender a transmitirla a otros.
n esta oportunidad
analizaremos aquella capacidad que consideramos la más poderosa herramienta
dada por Dios al ser humano.
I. EL CREER
Esta función, que consiste
en confiar plenamente en algo o Alguien que es superior al hombre, es la más
poderosa herramienta que Dios ha entregado al ser humano (Hebreos 11:1). Una
creencia quizás movió a los egipcios a construir las pirámides y la gran
esfinge; movilizó miles de personas a esforzarse por construir enormes
catedrales en la Edad Media,
a dejar los cristianos sus hogares e ir a las cruzadas para defender el Santo
Sepulcro y por el otro lado los musulmanes a defender la tumba de Abraham que
les pertenecía.
Una religión nos puede
llevar muy lejos, positiva o negativamente, porque es una fuerza irracional (Hebreos 11:39). Muchos líderes han
conocido el poder del creer y han cubierto su doctrina política de un tono
espiritual, como lo hizo Hitler que convenció a multitudes con su teoría de la
raza superior. En el hinduismo hay quienes se atraviesan clavos en el cuerpo,
toman posiciones incómodas por años y se someten a ritos dolorosos, animados
por la pura fuerza de su fe. Una persona de una tribu puede pasar toda la noche
danzando a su dios y no cansarse, entrar en trance y tener visiones, por causa
de su fe.
Hasta ahora los cristianos
hemos mirado con desprecio a aquellos que profesan una creencia distinta a la
nuestra. Aún más, somos tan rigurosos en el contenido de la doctrina, que anatemizamos
a todo cristiano que no cree exactamente igual a nosotros. El cristianismo es
una de las grandes religiones del Hombre y esta pulverizado en cientos si no
miles de iglesias distintas. Mas todos tenemos una creencia fundamental:
Jesucristo es el Hijo de Dios que vino a la tierra a morir por la humanidad
para salvarla de la eterna condenación y quien crea en esto y acepta vivir bajo
Su reino ya es salvo. Esto dicho con más o menos palabras es el resumen de la
fe cristiana, la cual se expresa muy bien en el Credo Apostólico, el símbolo de
nuestra religión.
II. FORMAS DE FE
Antes de introducirnos en lo
que es nuestra propia creencia, y que casi con soberbia consideramos “la
verdadera fe”, examinemos brevemente los diversos tipos de creencias, aparte de
la nuestra, que actualmente podemos encontrar en el mundo.
Brahamismo: Sistema
religioso, moral y metafísico basado en la concepción panteísta de la
divinidad, y cuya fuente son los libros sagrados de los indúes, escritos en el
período de 1500 a
400 A.C.:
los cuatro Vedas, los poemas Ramayana y Mahabarata, así como los tratados
filosóficos de las distintas escuelas que constituyen un cuerpo de doctrina que
ha perdurado a través de la historia para contar todavía con más de 280
millones de fieles.
Budismo: Es el nombre
dado por los occidentales al sistema religioso fundado en la India alrededor del siglo V
a.C., por Sidharta Gautama, llamado el Buda (del sanscrito buddha,
"despertado, iluminado"). En el Oriente se lo denomina Buddha-marga
(camino de Buda), Buddha-dharma (ley de Buda) o Sad-dharma (ley correcta o
perfecta). Tiene por fin la realización plena de la naturaleza humana y la
creación de una sociedad perfecta y pacifica.
Confusionismo: Principios
morales que algunos consideran una religión, se basa en los escritos de
Confucio (551–480 a.C.), pensador chino que recogió parte de las enseñanzas
morales prevalecientes en la antigua China y predicó la necesidad de volver a
practicar lo que denominó la «humanidad», es decir, la benevolencia. Práctica que
debía incluir la «reciprocidad», es decir, no hacer a los demás lo que no
deseamos que estos nos hagan. El estudio de la historia es necesario para
comprender «los caminos del cielo». Confucio jamás pretendió establecer un
sistema religioso ni defender un sistema de religiosidad en particular, a no
ser las tradiciones religiosas prevalecientes en su época. La idea principal
era el Camino o «Tao» del Cielo, el cual debía ser transitado por los humanos.
Druidismo: Creencias
primitivas. Los druidas o «muy sabios» eran sacerdotes de la antigua religión
de los celtas en las Islas Británicas y las Calías. En las festividades de su
religión, los druidas ofrecían sacrificios humanos. También se ocupaban de
todas las ceremonias del culto, educaban a los jóvenes y fungían como jueces.
Hinduísmo: Religión de la India que contempla que por
detrás del universo actual, en el que vivimos y que tiene sus propios ciclos
sucesivos, hay otra existencia que es eterna y sin cambios, y penetrar hasta
ella constituye el mayor de todos los logros. Se forma como la conocemos en la
actualidad a partir del s. III a. de C., combinando doctrinas brahmánicas con
creencias dravídicas y budistas. El hinduismo es la religión original de la India y tiene muchas
variantes; por ejemplo, la religión de una parte de la India es distinta a la de
otra parte. Es una religión basada en mitos, protagonizados por muchos dioses.
A pesar de tener muchos dioses, en la variante conocida como brahmanismo se
pueden considerar como partes del dios supremo Brahma, por lo que el hinduismo
es una religión monoteísta. Para otros, tiene mucha importancia Krishna. Los
hindúes suelen tener dioses favoritos entre las divinidades que forman parte de
Brahma. Más de 1000 millones de personas practican la religión hindú. La
doctrina del hinduismo está recogida en cuatro libros, los Vedas.
Islamismo: Del árabe,
islam, que significa obediencia, sumisión, resignación. Religión universal. La
prédica de Mahoma en el siglo VII dio lugar a este movimiento, una de las más
grandes e influyentes religiones en la historia de la humanidad. Los «muslimes»
(la palabra muslim quiere decir sumiso a Dios) o creyentes, es decir, los.
musulmanes, la han extendido en numerosos países mediante actividades de
proselitismo o por inmigración. Mahoma estuvo bajo la influencia de las
antiguas religiones de Arabia, del Cristianismo (en la versión de iglesias
orientales) y el Judaísmo. Su actividad en Medina y La Meca le convirtió en un
personaje polémico y por algún tiempo tuvo que abandonar La Meca y radicarse en Medina
(huida conocida como La Hégira).
Jainismo: Religión
oriental. Una de las menos conocidas entre las orientales. Según varios
eruditos, la religión jainista es la primera disidencia importante dentro del
budismo. Mahavira, su fundador, era un contemporáneo de Buda, Confucio, Lao-Tsé
y quizás de Zoroastro. Vivió de 599
a 527 a.C.,
y se crió en la opulencia. Bajo su influencia el jainismo se convirtió en una
religión histórica. Al igual que el budismo fue un movimiento de reforma; pero
mientras este se extendió fuera de la
India, el jainismo quedó confinado a ella.
Los jainistas son ateos y no
aceptan la existencia de dioses, espíritus ni demonios, pero creen en seres
sobrenaturales o «tir-thankaras», hombres justos que han alcanzado la
perfección. Como dualistas, sostienen que el universo ha estado dividido en dos
categorías: los seres vivos o «jiva» y las cosas inanimadas o «ajiva». Hacen
referencia, pues, a las almas y a la materia, dos principios diferentes, pero
igualmente increados e indestructibles.
Judaísmo: Padre de todas
las siguientes religiones monoteístas, está basado en la fe de un solo Dios. A
diferencia de otras religiones, éste no está centrado en un profeta o en un
salvador, sino en la idea de un pueblo elegido. Un factor importante para
entender el Hebraísmo es que éste se centra en un pueblo antes que en un
individuo. Por más que Moisés, Abraham o Isaías sean importantes, no es
imposible imaginar la fe hebrea aún sin ellos. Más bien, el Hebraísmo sería
inconcebible sin el pueblo hebreo, así como sería inconcebible el cristianismo
sin Jesús, el Budismo sin Buda o el Islamismo sin Mahoma.
Massai: Religión de los
massai, quienes creen en un Dios que ellos llaman Ngai. Éste no es masculino ni
femenino, pero parece tener varios aspectos diferentes. Hay el refrán por
ejemplo, aiyai de Naamoni que significa "El Ella a quien yo oro." Hay
dos manifestaciones principales de Ngai: Ngai Narok que es bueno y benévolo y
es negro; y Ngai Na-nyokie que está enfadado y rojo como el británico.
Panteísmo: De las palabras
griegas "pan" todo, y "Theos" Dios - todo es Dios -
Significa un sistema en el cual identifican a Dios con el mundo, basándose en
la reflexión oriental, en la que Dios se disuelve en lo divino, convirtiéndose
en un absoluto impersonal, en una energía cósmica que atraviesa y penetra todas
las cosas, como el aire, y se identifica con lo íntimo de todas las cosas,
especialmente con la psique humana. Toda realidad, dicen, es expresión de lo
divino, porque en la conciencia cósmica, Dios y el mundo, la materia y el
espíritu, el cuerpo y el alma no son diferentes. La "Nueva Era" niega
al Dios personal de la revelación cristiana. Es decir, niega a un Dios soberano
y las leyes que suponen diferencias entre el bien y el mal. Este regreso al
panteísmo naturalista, que resultó definitivamente superado por el evento de la
revelación cristiana, encuentra apoyo en muchos nuevos movimientos religiosos
de origen oriental y en un regreso a las religiones paganas.
Rastafarismo: Es un movimiento
religioso que surgió en Jamaica en los comienzos de los años '30 a partir de profecías
bíblicas sobre la supuesta divinidad de Haile Selassie, de las aspiraciones
sociales y políticas de la comunidad negra y de las enseñanzas del publicista y
organizador nacido en Jamaica Marcus Mosiah Garvey. Aunque la visión política y
cultural de Garvey inspiró a los fundadores del movimiento, que le consideraron
como un profeta, él nunca se identificó a sí mismo con el movimiento. Había
cerca de 1.000.000 de rastafaris en el mundo en el año 2000. De los jamaicanos,
un 60 por ciento aproximadamente se identifican a sí mismos como rastafaris. El
rastafarismo surgió entre la población negra de clase trabajadora en Jamaica, y
permaneció durante un tiempo como un defensor de la supremacía negra. Hoy en
día, sin embargo, se ha extendido a lo largo de gran parte del mundo a través
de la inmigración.
Shintoísmo: Cerca de 67
millones de asiáticos - especialmente los japoneses - profesan esta creencia,
que no es considerada exactamente como una religión, ya que cristianos y
budistas aceptan la coexistencia en una misma persona del budismo o
cristianismo con el shintoísmo. Su principio fundamental es el respeto y
lealtad al Emperador de Japón y a los grandes antepasados imperiales y la
reverencia a los espíritus o memoria de los grandes personajes del pasado
histórico o familiar. Existe comunión con los muertos y deseo de agradarlos y
complacerlos. Como mantiene muy unidos los vínculos del pasado con el presente,
su símbolo es el "sakiki", árbol siempre verde, que nunca muere ni
languidece. No utilizan imágenes ni sermones, carecen de congregaciones y
rechazan el culto a la vida prenatal y a la eternidad después de la muerte.
Aunque no hablan de pecado ni virtud, cultivan una exagerada limpieza corporal.
Sufismo: Es menos una
doctrina o un sistema de creencias que una experiencia y una forma de vida. Es
una tradición de iluminación que lleva adelante la verdad esencial a través del
tiempo. Tradición que, sin embargo, debe ser concebida en un sentido vital y
dinámico. Su expresión no debe permanecer limitada a las formas religiosas y
culturales del pasado. La verdad del Sufismo requiere reformulación y expresión
nueva en cada época.
Taoismo: Alrededor de 30
millones de hombres, la mayoría chinos, practican esta filosofía-religión
formulada por un individuo cuya fisonomía está escrita en penumbras. Lao-Tsé
nació tal vez el 604 a.C
y se le atribuye la obra fundamental de esta confesión: el Tao Te Ching. El
Taoísmo preconiza el sometimiento del hombre al Tao, vale decir, al curso
eterno de los acontecimientos. Reprueba las luchas humanas y aconseja la
humildad, la resignación a las cosas que están al alcance de la mano, la falta
de ambición. Como preceptos exige no matar, no beber alcohol, no mentir, no
robar y no cometer adulterio. Además recomienda como virtudes la piedad filial,
lealtad, bondad hacia las criaturas, paciencia, sacrificio de sí mismo por los
pobres, liberar a los esclavos, plantar árboles y hacer caminos, enseñar al
ignorante y hacer las ofrendas a los dioses. En el siglo IV a.C el Taoísmo -
Tao significa camino - se convirtió en culto popular cuando sus seguidores se
desembarazaron de la metafísica y se entregaron a la práctica de la alquimia,
la magia y la adivinación. Posteriormente, hacia el siglo II d.C., Chang Tao
Ling la fundó como religión y se nombró su primer "pontífice". Pero
en 1927 tal pontificado fue abolido por el gobierno chino. Sin embargo, el
Taoísmo sigue siendo con el Confucionismo y el Budismo una de las religiones
más difundidas de China. El Taoísmo promete la inmortalidad y admite la
metempsicosis.
Vudú: Poco a poco, el
pueblo de color, descendiente de los esclavos africanos llevados al nuevo
continente, realizó una fusión entre los elementos de su religión ancestral
(que debían practicar de manera oculta) con la de sus amos católicos, en el
área de influencia de las coronas española y portuguesa. Se acaba así en un
sincretismo que se diferencia de las versiones negras del cristianismo en el norte
de América donde a los esclavos abrazaron el protestantismo. En la zona de
Caribe y Brasil, la religión de los siervos conservó muchos más elementos de
sus creencias africanas animistas, ocultas por las versiones populares de la
religión de sus amos o integradas con ellas. Las más extendidas de estas
creencias son el Vudú, en Haití, el Camdomblé, en Brasil, y la Santería en Cuba.
Zoroastrismo: Numéricamente,
esta confesión no tiene importancia, pero sus seguidores, reunidos bajo el
nombre de Parsis, ejercen gran influencia en el pueblo indio. Uno de sus
representantes más famosos fue Feroze Gandhi, el fallecido esposo de Indira
Gandhi, a quien rechazaba Nehru, padre de la Primera Ministro,
debido a sus creencias religiosas. Los Parsis adoran al fuego y el sol como
símbolo de pureza, su dios es Ormuz y Zoroastro o Zaratustra el profeta. Los
Zoroastristas o Parsis no tienen hoy interés proselitista, aunque a través del
matrimonio se han incorporado nuevos adeptos. Descienden de una antigua secta
que gobernó Persia durante siglos, hasta ser expulsados sus adeptor por los
musulmanes, que dominaron el país en el siglo VII. Se radicaron en la India y prosperaron como
armadores de barcos, comerciantes y banqueros. La fidelidad a su fe está
llevándolos a la extinción. Se calcula que en todo el mundo existen unos 130
mil parsis, de ellos 100 mil están en la India. Y de éstos, 70 mil concentrados en la
región de Bombay.
Agnosticismo: Es la posición
que limita el conocimiento a la experiencia sensorial o empírica verificable.
Rechaza la posibilidad de conocimiento sobrenatural y por lo tanto la
posibilidad de saber si Dios existe. El filósofo Kant (1724-1804) preparó el
camino a la popularización de esta posición pero la palabra
"agnosticismo" es de T.H. Huxley (1869) para quien significó el
rechazo de la metafísica. Agnosticismo no es lo mismo que ateísmo (negación de
la existencia de Dios). Su posición es que no se puede saber si existe o no.
Por eso rechaza cualquier pronunciamiento a favor o en contra de la existencia
de Dios.
Ateísmo: Del adjetivo
griego αθεος (azeós), que significaba “sin dios”, siendo a la partícula
negativa ‘no’ o ‘sin’ y zeós ‘dios’ (literalmente Zeus) Antiguamente esta
palabra designaba a quienes no creían en un determinado dios, si bien podían
creer en otros. Así, los romanos llamaban ateos a los primeros cristianos
porque negaban la existencia de dioses distintos de Yahvé.. Hoy en día, sin
embargo, el término se refiere a aquellos que carecen de fe en la existencia de
algún tipo de divinidad o de otras ideas tradicionalmente asociadas con las
religiones (como la reencarnación, la vida espiritual más allá del cuerpo
físico y los poderes sobrenaturales), si bien existen muchos y muy diferentes
matices.
Los cristianos tenemos una
fe, una creencia que nos caracteriza y diferencia de otros. Como nosotros
pensamos que nuestra fe es verdadera, las demás religiones piensan lo mismo. No
podemos despreciarlos, rechazarlos ni matarlos; nuestro deber, de acuerdo al
Evangelio de Jesús, es amarlos. Si nuestro convencimiento es que tenemos la
verdadera fe, entonces necesitamos aprender a evangelizar, primeramente orando
a Dios para que les revele Su Verdad. Como señalábamos al principio, en cierto
modo la fe es algo irracional; tengamos cuidado con eso. Muchos
fundamentalismos hoy día están produciendo estragos.
III. NATURALEZA DE NUESTRA
FE
La fe se da en el corazón
del ser humano, porque en el corazón se cree para justicia, y es un don de Dios
adquirido por el escuchar la
Palabra de Cristo (Romanos
10:8-10; 17).
La fe es la primera virtud
en la cadena de virtudes cristianas, es una cualidad fundamental (2 Pedro 1:5). La fe cristiana tiene un
Autor que la inventó y ejecutó, Jesucristo (Hebreos 12:2). Los cristianos pensamos que alguien es nacido de
Dios cuando cree que Jesús es el Cristo (1
Juan 5:1). Debemos imitarla de los líderes (Hebreos 13:7).La finalidad de esta fe es producir buenas obras y la
salvación eterna de la persona (Santiago
2:17; 1 Pedro 1:9).
Somos guardados por el poder
de Dios y resistimos al príncipe de las tinieblas si nos mantenemos en la fe de
Jesucristo (1 Pedro 1:5; 1 Pedro 5:9).
Si usted conserva la fe, Dios lo guardará con Su poder física, mental y
espiritualmente. Para ello debemos retenerla y luchar por ella (2 Timoteo 1:13; 1 Timoteo 6:11) pues
ésta puede ser trastornada (2 Timoteo
2:18) y ser reprobados (2 Timoteo
3:8). Una prueba de que alguien tiene a Cristo dentro de si mismo, es su
perseverancia en la fe (2 Juan 9).
Esta fe requiere ser alimentada, desarrollada y edificada (Judas 20). En la oración requerimos pedir con fe (Santiago 5:6).
Una característica
particular de la fe cristiana es su espíritu evangelizador, su anhelo
comunicativo expresado por su Fundador en la Gran Comisión. El
cristiano no está tranquilo si no comunica su fe en hechos y palabras. Para
transmitir adecuadamente nuestra fe, necesitamos aprender a evangelizar con un
sentido ecuménico:
1)
Sin atacar la fe del otro (Judas 19)
2)
Buscando los puntos de contacto o encuentro con el
otro (Hechos 17:22-31)
3)
Haciendo nuestra forma de vivir la fe, algo
atractivo para los demás (1 Pedro 2:12)
4)
Dando mayor importancia al contenido que a las
formas, ritos y costumbres (Romanos
14:1-9)
5)
Demostrando el amor a través de la tolerancia,
aceptación y comprensión del que piensa diferente (Santiago 2:1)
6)
Orando y sirviendo a la sociedad junto a otros (Filipenses 4:5,6)
CONCLUSIÓN:
No hay poder mayor dado al
ser humano que la fe. Jesús dice “Si tuvieras fe como un grano de mostaza
serías capaz de trasladar los montes” Tal es el poder de la fe. La fe está
presente en todo ser humano, como una capacidad espiritual dada por Dios.
Algunos la ejercen a través de su religión, otros depositando su confianza en
un pensamiento o sencillamente en sí mismos. Sin embargo, la fe revelada por Jesucristo y
transmitida por medio de Su Espíritu Santo, es un poder que nos edifica,
desarrolla y produce fruto en nuestras vidas. Para poder transmitir esta fe
debemos comprender las necesidades de las personas y ser muy respetuosos con la
diversidad de formas que adopta la espiritualidad en el ser humano. ¿Está usted
dispuesto a aceptar la multiforme gracia de Dios y a evangelizar con prudencia,
respeto y profundo amor hacia el otro?
BIBLIOGRAFÍA
1)
http://es.wikipedia.org/wiki/Ate%C3%ADsmo
2)
http://www.corazones.org/diccionario/agnosticismo.htm
3)
http://www.meta-religion.com/
Metempsicosis, en otras palabras la
doctrina de la transmigración de las almas, enseña que la misma alma habita en
sucesión los cuerpos de diferentes seres, tanto hombres como animales.